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miércoles, 8 de febrero de 2012

Exploración de la Boca


La exploración debe llevarse a cabo en un área adecuada y con luz suficiente, lo cual es muy importante para no dejar pasar ningún cambio, ya sea de forma, tamaño, color, superficie o consistencia. Otro aspecto esencial es retraer y manipular los tejidos blandos con un abatelenguas o espejo, y siempre palpar para buscar cambios.






Labios. La zona bermellón debe ser evaluada mediante inspección y palpación. Es fundamental observar elevaciones o depresiones, cambios en la consistencia y el color, úlceras y descamación. Las glándulas sebáceas ectópicas (gránulos de Fordyce), várices, herpes simples, queilitis actínica, máculas melanóticas y queilitis angular son las lesiones que afectan con más frecuencia al labio.




Mucosa labial. Se debe retraer la mucosa con los dedos, hacer palpación bidigital y ver el fondo de saco tanto superior como inferior, así como observar los frenillos. Una de las variaciones más comunes es la persistencia de la arteria labial; también hay que buscar masas a través de la palpación interna y externa.
Mucosa yugal o bucal. Se debe efectuar la retracción con el abatelenguas para observar el trígono retromolar; debe hacerse de atrás hacia delante para no obstruir la visibilidad y la salida del conducto parotídeo o de Stenon.




Paladar duro. Se observa directamente al levantar la cabeza del paciente; las prótesis tienen que ser removidas, luego se debe palpar para buscar cambios de consistencia, torus palpable, úlceras traumáticas o por cambios de temperatura (por calor o por frío), estomatitis nicotínica e hiperplasia papilar inflamatoria por el uso de prótesis. También hay que detectar neoplasias benignas o malignas de glándulas salivales.




Paladar blando. La lengua se debe deprimir con un abatelenguas o espejo para ver todo el paladar blando y la úvula, no se recomienda la palpación porque se puede provocar el reflejo de vómito en el paciente.


Tonsilas y orofaringe. La lengua debe permanecer deprimida, cada tonsila debe tener el mismo tamaño; son rojas, brillantes y lisas, cualquier cambio debe ser monitoreado o enviado a interconsulta con un otorrinolaringólogo. El tejido linfoide es más evidente en la adolescencia y disminuye a través de los años.




Lengua. Se le solicita al paciente que la extienda hacia afuera lo más que pueda para poder observar la zona dorsal y ver todas las papilas, filiformes, fungiformes y calciformes y la función para descartar una neoplasia de la base de la lengua. Después, con la gasa, se retrae a la izquierda y la derecha para observar el borde lateral y las papilas foleadas, que pueden ser confundidas con neoplasias.


Piso de la boca. La inspección del piso de la boca se hace levantando la lengua que toca el paladar y se revisa toda la zona ventral, donde se ven las raninas y los apéndices, que son considerados variaciones de lo normal; se observa si las carúnculas (salidas del conducto de Warthon) submandibulares están permeables u obstruidas por un sialolito.


Proceso alveolar y encía. Se debe palpar todo el reborde alveolar de los pacientes edéntulos para detectar cambios de consistencia y expansiones, sin olvidar la zona lingual y platina o vestibular de la mandíbula y el maxilar. Los torus y las exostosis bucales son las variaciones más comunes.




Fotos tomadas de:
http://escuela.med.puc.cl/Publ/ManualSemiologia/images/240ExamenBocaFaringe1.jpg
http://www.pelapapas.com.mx/htmls/imagenes/labios/04.jpg
http://www.sdpt.net/patologiaoral/examen3.jpg
http://escuela.med.puc.cl/publ/atlasreumatologia/Atlas/semiologia/5-13.jpg

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